LA EDUCACIÓN FRENTE AL MOTOR MUNDIAL: LA GLOBALIZACIÓN. DESAFÍOS Y
PROPUESTAS.
RESUMEN: El presente artículo pretende situar el papel de la educación en el nuevo mundo, cuyo motor es la globalización. Para ello, se analiza y contextualiza el proceso de
globalización, intentando aportar un concepto del mismo. Seguidamente, centrándose en la sociedad del conocimiento, el artículo tiene un enfoque exclusivamente educativo, en el que analiza los desafíos que se le presentan a la educación y las posibles formas de solucionarlos en el contexto dinámico y en el progreso que se ha definido anteriormente.
Beatriz Mayo Lorenzo
CC. de la educación. UPSA
1. INTRODUCCIÓN
La dinámica económica ha convertido en universales los mecanismos, a los que se enfrenta la sociedad, y las visiones de mundo, tanto actuales como futuros, dando origen a un importante debate de opiniones sobre las consecuencias positivas o no de este proceso global.
Uno de los aspectos históricos más importantes que está viviendo la globalización es el de la educación, que se ha situado en la palestra del análisis. A la vez que intentamos superar la fase inicial de la colisión entre el pasado y el futuro, estamos empezando a asumir que nos encontramos ante un fenómeno mundial irreversible. En tales circunstancias, la educación se concibe como un instrumento fundamental para intentar reducir los riesgos, aminorar las amenazas y aprovechar las oportunidades; se define como vehículo de las culturas y los valores, como construcción de un espacio de socialización y como crisol de un proyecto común1.
2. HACIA UN CONCEPTO DE GLOBALIZACIÓN
El concepto de globalización no es de reciente actualidad, ya que los primeros intercambios internacionales se remontan al siglo XVI con el nacimiento del capitalismo. Pero actualmente, este concepto integra y conjuga una serie de dimensiones de distinta naturaleza. En concreto, el término de globalización quiere expresar la idea de que la circulación de bienes, servicios y capitales es ahora más libre y mayor de lo que lo era hace tres décadas2.
La globalización está integrada por un conjunto de procesos, mediante los cuales, los
acontecimientos, decisiones y actividades que suceden en un determinado lugar del planeta repercuten en otros lugares, en otros individuos y en otras colectividades. Por ello, como bien expone John Gray3, la globalización no es un estado final, no tiende hacia la homogeneización, ya que no se trata de una integración universal equilibrada.
3. DIMENSIONES DE LA GLOBALIZACIÓN, IMPLICACIONES
Como fundamento de lo afirmado anteriormente, se exponen las dimensiones de este
proceso diversificador, según las explicaciones de López Rupérez4. A partir la dimensión económica se está facilitando el libre comercio de bienes y servicios y la libre circulación de capitales, para responder a la variedad de necesidades, diversificadas y personalizadas. Se ejecuta desde una estrategia mundial, pero sin implicar a todos por igual.
Con la dimensión política los estados-nación están perdiendo protagonismo, al producirse una integración para asumir los desafíos de la economía global. La dimensión cultural consiste en una convergencia cultural dinamizada por las industrias multinacionales, estructuras de la información y de la explotación del comercio de los productos y servicios, provocando una homogeneización en los modos de vida por encima de las distancias geográficas. Los peligros que se están produciendo en los espacios transnacionales, daños ecológicos producidos por la riqueza y la pobreza, se concretan en la dimensión ecológica.
4. LA EDUCACIÓN EN LA GLOBALIZACIÓN
Precisamente por que uno de los aspectos de la educación es preparar para el futuro,
dotando de una actitud reflexiva y crítica, la globalización plantea hoy a la educación nuevos desafíos
1 UNESCO (2001): La educación encierra un tesoro. Grupo Santillana Ediciones. Madrid. Pág. 55.
2 BERNALDO DE QUIRÓS, L. (2001): “Globalización: mitos y leyendas” en EL MUNDO. Anuario
2001. Odisea en la Red.
3 GRAY, J. (2000): Falso amanecer. Los engaños del capitalismo global. Paidos. Barcelona. Págs. 76-81.
4 LÓPEZ RUPÉREZ, F. (2001): Preparar para el futuro. La educación ante los desafíos de la globalización. Editorial La Muralla. Madrid. Pág. 17-23.
que se interrelacionan y que conjugan el marco de actuación de la misma: la sociedad de la información5.
Y, en efecto, para responder a los desafíos de la globalización parece necesario preparar a las personas6.
La educación ha desempeñado un importante papel en la transmisión de los valores
políticos y sociales. Sin embargo, ante los desafíos de naturaleza política o social7 que engendran en las sociedades heterogéneas actuales, se acentúan el papel y la responsabilidad de la educación. Se espera ésta que contribuya al logro de un justo equilibrio entre autonomía y cooperación, entre independencia e identidad, entre individuo y comunidad.
Vivimos una etapa caracterizada por la gestión del conocimiento y del capital intelectual,
donde la mecánica globalizadora tiende a asegurar el nivel de participación de los ciudadanos. Por ello, se requiere un sistema educativo capaz de asegurar un nivel satisfactorio de cohesión social8, que asegure la cualificación personal y profesional y, que facilite la integración del individuo en la sociedad global. Ante la intensa concentración de políticas de los medios de comunicación, se ha forjado un incremento de los mercados culturales, que han trivializado la experiencia humana. De forma no gratuita, se ha revalorizado lo tecnológico, provocando que las nuevas generaciones se alejen de la reflexión y que se pierda el “vicio” de pensar. Por ello, se reclama una educación que facilite la asunción firme de la reflexión y la orientación humanística de los saberes básicos.
El capital social, definido como el conjunto de aportaciones que los propietarios de una
sociedad ponen a disposición de la misma de modo permanente9, atiende a unas normas y valores informales que comparten los miembros y que ponen el acento en lo relacional y asegura la efectividad. El proceso de globalización, en contraposición, consolida los mecanismos individuales y los de mercado. Para controlar estos efectos, la educación se presenta como un instrumento que introduce el capital social en la sociedad.
Se necesita un sistema educativo que, en cualquiera de sus etapas, instruya globalmente10, para otorgar un conjunto de conocimientos, habilidades y competencias necesarias para transitar con éxito esta red de oportunidades. Se debe garantizar a todos los estudiantes los beneficios del sistema educativo reglado, para obtener el máximo de recursos personales, traducidos en términos de educación y formación. Para operativizar la revalorización del conocimiento en este nuevo tejido económico global, se reclama el incremento de las expectativas de los sistemas educativos y la mejora de la eficacia y la
eficiencia del sistema educativo11. Este desafío le corresponde a las Administraciones Públicas y a todas las instituciones sociales y profesionales porque deben asegurar la calidad del sistema mediante los mecanismos de control y regulación. De ellas dependen los resultados del sistema educativo. Este desafío anterior conlleva la mejora de la gestión de las instituciones educativas12, gestión que consiste en un conjunto de procesos de carácter metacognitivo, debido a que aplican conocimientos a diferentes formas de entendimiento vinculadas a la obtención de resultados y que se caracteriza por su carácter global: concierne recursos, personas, procesos y resultados. Además, en esta gestión se debe revisar el papel de los profesores, los sistemas de certificación y las finalidades de cada nivel de educación13.
El concepto tradicional de formación – actividad destinada a la adquisición de
competencias específicas vinculadas al mundo productivo y preparatorias para el empleo – y el de educación –proceso de socialización y personalización de la instrucción – ha sufrido un creciente grado de solapamiento: en ocasiones, la formación comparte objetivos de la educación y, recíprocamente, la educación adquiere una gran importancia en el plano laboral. Este solapamiento se proyecta en las nociones de formación y empleo y demanda a los sistemas educativos la asunción de conceptos relativos
5 Cfr. en Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Departamento de Educación. Ponencias de César A. Rey
Hernández, Ph.D, Secretario de Educación. Globalización, competitividad y educación [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].
6 Cfr. en UNESCO. Educación y Globalización [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].
7 LÓPEZ RUPÉREZ, F. Op. cit. Pág. 67.
8 Idem Pág. 68.
9 MÉNARD, M. (1999): Diccionario de términos económicos. Acento Editorial. Madrid. Pág.13.
10 Con la idea de “instruir globalmente”, se quiere expresar la idea de lograr un nivel de cualificación para
todos.
11 LÓPEZ RUPÉREZ, F. Op. cit. Pág. 82.
12 Idem Pág. 84.
13 Cfr. en UNESCO. Educación y Globalización [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].
a dicha realidad. Además, estos esquemas integrados de educación – formación – empleo, influyen en las relaciones entre el estudiante y el adulto en el trabajo, mediante lanoción de “aprendizaje a lo largo de la vida”. La sociedad del conocimiento plantea un desafío a la institución escolar, con repercusión social y económica. Por ello, se hace necesario garantizar a todos el acceso a nuevas tecnologías de la información y el conocimiento; potenciando la educación científica, la alfabetización tecnológica y la gestión de la información.
5. A MODO DE SÍNTESIS
Toda esta exigencia intelectual expuesta, que emerge de manos de la globalización, nos
vuelve hacia ella, advirtiendo del análisis de sus fallos, la reflexión de sus políticas, sus causas y efectos, etc. Debido a su impacto en el ámbito social, político y económico, se ha revalorizado el papel de la educación. Cuando se intenta corregir los desórdenes sociales, mejorar el comportamiento cívico, asegurar la calidad del capital humano, etc., se vuelve la mirada hacia la educación, porque afecta a todos los ciudadanos y condiciona la evolución de la sociedad, de su economía, de su cohesión y de su grado de desarrollo. Se requiere que la educación proporcione un cambio actitudinal importante en las personas a la par que una modificación de políticas en las instituciones, especialmente en las educativas y en los gobiernos.
La educación camina de la mano con la globalización, hacia el mismo núcleo de la acción
política y, en el nuevo mundo global, el ideal motivador como emancipación del conocimiento sigue manteniendo la potencia de la educación como instrumento principal para el desarrollo humano. Este es el mayor reto que plantea la globalización junto con la búsqueda de la coherencia entre esa visión intelectual que ella misma encierra y la naturaleza de la acción política y cívica, que se ha de desarrollar tanto en el ámbito nacional como en el transnacional.
Para un desarrollo equitativo, las instituciones internacionales han de desempeñar un
importante papel no sólo en la captación de recursos, sino también en la coordinación de las actividades de múltiples países y en la gestión del capital del conocimiento, mediante actuaciones multilaterales. Pero desde actuaciones bilaterales, los países avanzados pueden incrementar su compromiso con el desarrollo de la educación, mediante “contratos de asociación” con un país pobre. De esta manera se puede humanizar el concepto de solidaridad, se atenúan las recompensas morales, los resultados tiene objetivos múltiples, etc.
La amplitud del marco de actuación del sistema educativo que se está demandando,
requiere una evolución en su ordenación y una capacidad de adaptación a un contexto que se encuentra en un cambio continuo. Además, esta enorme complejidad de situaciones que se están planteando en dicho contexto y que se proyectan en el sistema educativo, no pueden abordarse en unos esquemas rígidos. La flexibilidad ha de verse como una herramienta de aproximación a la realidad educativa y social. Es necesaria una selección eficiente de nuevos contenidos educativos14, la toma de conciencia de valores comunes; si no, la globalización puede crear una desintegración nacional, política, económica, cultural, social y ética; donde se rompan los vínculos entre las personas, creando una sociedad deshumanizada, con mentes y actitudes homogéneas, donde las cosas terminan valiendo más que las personas. Se requiere una educación que asegure la cohesión social y el acervo común, que logre un elevado nivel de cualificaciónhomogéneo para todos, mejorando la eficacia y la eficiencia del sistema educativo y que conjugue la relación educación-formación-empleo, basándose en la sociedad del conocimiento en la que nos encontramos. Así se orientará el nuevo orden mundial, haciéndolo más libre, más democrático, más humano, más justo y solidario.
Con todo ello, la educación puede contribuir a regular la globalización15.
14 Cfr. en Universidad Pontificia Católica de Perú. Facultad y departamento de Educación. Temas de
Educación 1998. Segundo Seminario Virtual. Globalización y Educación [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].
15 Cfr. en UNESCO: Instituto Internacional de Planteamiento de la Educación. Jacques Hallak.
Globalización, derechos humanos y educación [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].