28/5/10

Científicos descubrieron por qué algunos tréboles tienen cuatro hojas

Se trata de un gen que al mutar hace que el número de hojas se multipliquen
Encontrar un trébol de cuatro hojas es atribuido como un amuleto de buena suerte. Un equipo internacional de científicos ha descubierto el gen responsable de la existencia de tréboles de cuatro hojas.

Los científicos, algunos pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, han identificado un gen que al mutar hace que Medicago truncatula, una leguminosa de la misma familia que el trébol y la alfalfa, tenga cinco hojas en lugar de tres, por lo que creen que podría también ser responsable de la existencia de los tréboles de cuatro hojas.

“La formación de nuevas hojas tiene lugar en el ápice del tallo, a partir de unas pequeñas protuberancias llamadas primordios, formadas por células que se están multiplicando”, explicó el científico Francisco Madueño. Estas protuberancias crecen y dan lugar a la forma final de la hoja, con una sola lámina. Los de las hojas compuestas, como las del trébol, el tomate o la leguminosa estudiada, tienen mayor capacidad de proliferación.

El estudio ha descubierto que el gen identificado, PALM1, controla de manera precisa la expresión de SGL1 (una proteína que regula la activación e inactivación de los genes), de manera que cuando PALM1 no funciona SGL1 se expresa descontroladamente, permitiendo la formación de un mayor número de hojas.

21/5/10

EL AVANCE DE LA TECNOLOGÍA EN EL MUNDO

POR TULIO ROMERO CULQUI


Las redes sociales y los negocios:

El crecimiento de las redes sociales en los últimos años ha convertido a estos espacios en importantes medios para emitir opinión y crear conciencia en sus usuarios a través de movimientos sociales, aspectos que incluso pueden ser aprovechados por las empresas. Pero, ¿por qué estos medios han ganado tanta presencia en la actualidad?
Para Susan Gordon, coordinadora senior de la aplicación: Impacto por las Causas en Facebook, una de las causas es que las redes sociales han cambiado el mecanismo para dar información. Ahora -nos dice- la emisión de información ya no se centra en determinados actores, sino que es mucha la gente que puede transmitir datos y exponer sus ideas.
Antes, para obtener soluciones a determinados problemas, las decisiones debían empezar por las cabezas de los equipos. Pero ahora, gracias a las redes, las soluciones se obtienen “de abajo hacia arriba”.

18/5/10

REFLEXION EDUCADA

Un pueblo educado es un pueblo libre
Al referirse a la educación, el filósofo alemán I. Kant sostenía que "no basta con el adiestramiento; lo que importa, sobre todo es que el niño aprenda a pensar". Kant creía que la educación era el camino para la emancipación del hombre, aunque esa educación no solo debía brindar conocimientos, ante todo tenía que enseñar a reflexionar críticamente de modo tal que los individuos pudieran ser sujetos autónomos, que pudieran gobernarse a sí mismos. Creemos fervientemente que un pueblo educado es un pueblo libre.

14/5/10

Beatriz Mayo Lorenzo

LA EDUCACIÓN FRENTE AL MOTOR MUNDIAL: LA GLOBALIZACIÓN. DESAFÍOS Y
PROPUESTAS.

RESUMEN: El presente artículo pretende situar el papel de la educación en el nuevo mundo, cuyo motor es la globalización. Para ello, se analiza y contextualiza el proceso de
globalización, intentando aportar un concepto del mismo. Seguidamente, centrándose en la sociedad del conocimiento, el artículo tiene un enfoque exclusivamente educativo, en el que analiza los desafíos que se le presentan a la educación y las posibles formas de solucionarlos en el contexto dinámico y en el progreso que se ha definido anteriormente.
Beatriz Mayo Lorenzo
CC. de la educación. UPSA

1. INTRODUCCIÓN

La dinámica económica ha convertido en universales los mecanismos, a los que se enfrenta la sociedad, y las visiones de mundo, tanto actuales como futuros, dando origen a un importante debate de opiniones sobre las consecuencias positivas o no de este proceso global.
Uno de los aspectos históricos más importantes que está viviendo la globalización es el de la educación, que se ha situado en la palestra del análisis. A la vez que intentamos superar la fase inicial de la colisión entre el pasado y el futuro, estamos empezando a asumir que nos encontramos ante un fenómeno mundial irreversible. En tales circunstancias, la educación se concibe como un instrumento fundamental para intentar reducir los riesgos, aminorar las amenazas y aprovechar las oportunidades; se define como vehículo de las culturas y los valores, como construcción de un espacio de socialización y como crisol de un proyecto común1.

2. HACIA UN CONCEPTO DE GLOBALIZACIÓN
El concepto de globalización no es de reciente actualidad, ya que los primeros intercambios internacionales se remontan al siglo XVI con el nacimiento del capitalismo. Pero actualmente, este concepto integra y conjuga una serie de dimensiones de distinta naturaleza. En concreto, el término de globalización quiere expresar la idea de que la circulación de bienes, servicios y capitales es ahora más libre y mayor de lo que lo era hace tres décadas2.

La globalización está integrada por un conjunto de procesos, mediante los cuales, los
acontecimientos, decisiones y actividades que suceden en un determinado lugar del planeta repercuten en otros lugares, en otros individuos y en otras colectividades. Por ello, como bien expone John Gray3, la globalización no es un estado final, no tiende hacia la homogeneización, ya que no se trata de una integración universal equilibrada.

3. DIMENSIONES DE LA GLOBALIZACIÓN, IMPLICACIONES
Como fundamento de lo afirmado anteriormente, se exponen las dimensiones de este
proceso diversificador, según las explicaciones de López Rupérez4. A partir la dimensión económica se está facilitando el libre comercio de bienes y servicios y la libre circulación de capitales, para responder a la variedad de necesidades, diversificadas y personalizadas. Se ejecuta desde una estrategia mundial, pero sin implicar a todos por igual.
Con la dimensión política los estados-nación están perdiendo protagonismo, al producirse una integración para asumir los desafíos de la economía global. La dimensión cultural consiste en una convergencia cultural dinamizada por las industrias multinacionales, estructuras de la información y de la explotación del comercio de los productos y servicios, provocando una homogeneización en los modos de vida por encima de las distancias geográficas. Los peligros que se están produciendo en los espacios transnacionales, daños ecológicos producidos por la riqueza y la pobreza, se concretan en la dimensión ecológica.
4. LA EDUCACIÓN EN LA GLOBALIZACIÓN
Precisamente por que uno de los aspectos de la educación es preparar para el futuro,
dotando de una actitud reflexiva y crítica, la globalización plantea hoy a la educación nuevos desafíos

1 UNESCO (2001): La educación encierra un tesoro. Grupo Santillana Ediciones. Madrid. Pág. 55.
2 BERNALDO DE QUIRÓS, L. (2001): “Globalización: mitos y leyendas” en EL MUNDO. Anuario
2001. Odisea en la Red.
3 GRAY, J. (2000): Falso amanecer. Los engaños del capitalismo global. Paidos. Barcelona. Págs. 76-81.
4 LÓPEZ RUPÉREZ, F. (2001): Preparar para el futuro. La educación ante los desafíos de la globalización. Editorial La Muralla. Madrid. Pág. 17-23.

que se interrelacionan y que conjugan el marco de actuación de la misma: la sociedad de la información5.
Y, en efecto, para responder a los desafíos de la globalización parece necesario preparar a las personas6.

La educación ha desempeñado un importante papel en la transmisión de los valores
políticos y sociales. Sin embargo, ante los desafíos de naturaleza política o social7 que engendran en las sociedades heterogéneas actuales, se acentúan el papel y la responsabilidad de la educación. Se espera ésta que contribuya al logro de un justo equilibrio entre autonomía y cooperación, entre independencia e identidad, entre individuo y comunidad.

Vivimos una etapa caracterizada por la gestión del conocimiento y del capital intelectual,
donde la mecánica globalizadora tiende a asegurar el nivel de participación de los ciudadanos. Por ello, se requiere un sistema educativo capaz de asegurar un nivel satisfactorio de cohesión social8, que asegure la cualificación personal y profesional y, que facilite la integración del individuo en la sociedad global. Ante la intensa concentración de políticas de los medios de comunicación, se ha forjado un incremento de los mercados culturales, que han trivializado la experiencia humana. De forma no gratuita, se ha revalorizado lo tecnológico, provocando que las nuevas generaciones se alejen de la reflexión y que se pierda el “vicio” de pensar. Por ello, se reclama una educación que facilite la asunción firme de la reflexión y la orientación humanística de los saberes básicos.

El capital social, definido como el conjunto de aportaciones que los propietarios de una
sociedad ponen a disposición de la misma de modo permanente9, atiende a unas normas y valores informales que comparten los miembros y que ponen el acento en lo relacional y asegura la efectividad. El proceso de globalización, en contraposición, consolida los mecanismos individuales y los de mercado. Para controlar estos efectos, la educación se presenta como un instrumento que introduce el capital social en la sociedad.
Se necesita un sistema educativo que, en cualquiera de sus etapas, instruya globalmente10, para otorgar un conjunto de conocimientos, habilidades y competencias necesarias para transitar con éxito esta red de oportunidades. Se debe garantizar a todos los estudiantes los beneficios del sistema educativo reglado, para obtener el máximo de recursos personales, traducidos en términos de educación y formación. Para operativizar la revalorización del conocimiento en este nuevo tejido económico global, se reclama el incremento de las expectativas de los sistemas educativos y la mejora de la eficacia y la
eficiencia del sistema educativo11. Este desafío le corresponde a las Administraciones Públicas y a todas las instituciones sociales y profesionales porque deben asegurar la calidad del sistema mediante los mecanismos de control y regulación. De ellas dependen los resultados del sistema educativo. Este desafío anterior conlleva la mejora de la gestión de las instituciones educativas12, gestión que consiste en un conjunto de procesos de carácter metacognitivo, debido a que aplican conocimientos a diferentes formas de entendimiento vinculadas a la obtención de resultados y que se caracteriza por su carácter global: concierne recursos, personas, procesos y resultados. Además, en esta gestión se debe revisar el papel de los profesores, los sistemas de certificación y las finalidades de cada nivel de educación13.

El concepto tradicional de formación – actividad destinada a la adquisición de
competencias específicas vinculadas al mundo productivo y preparatorias para el empleo – y el de educación –proceso de socialización y personalización de la instrucción – ha sufrido un creciente grado de solapamiento: en ocasiones, la formación comparte objetivos de la educación y, recíprocamente, la educación adquiere una gran importancia en el plano laboral. Este solapamiento se proyecta en las nociones de formación y empleo y demanda a los sistemas educativos la asunción de conceptos relativos
5 Cfr. en Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Departamento de Educación. Ponencias de César A. Rey
Hernández, Ph.D, Secretario de Educación. Globalización, competitividad y educación [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].
6 Cfr. en UNESCO. Educación y Globalización [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].
7 LÓPEZ RUPÉREZ, F. Op. cit. Pág. 67.
8 Idem Pág. 68.
9 MÉNARD, M. (1999): Diccionario de términos económicos. Acento Editorial. Madrid. Pág.13.
10 Con la idea de “instruir globalmente”, se quiere expresar la idea de lograr un nivel de cualificación para
todos.
11 LÓPEZ RUPÉREZ, F. Op. cit. Pág. 82.
12 Idem Pág. 84.
13 Cfr. en UNESCO. Educación y Globalización [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].

a dicha realidad. Además, estos esquemas integrados de educación – formación – empleo, influyen en las relaciones entre el estudiante y el adulto en el trabajo, mediante lanoción de “aprendizaje a lo largo de la vida”. La sociedad del conocimiento plantea un desafío a la institución escolar, con repercusión social y económica. Por ello, se hace necesario garantizar a todos el acceso a nuevas tecnologías de la información y el conocimiento; potenciando la educación científica, la alfabetización tecnológica y la gestión de la información.

5. A MODO DE SÍNTESIS
Toda esta exigencia intelectual expuesta, que emerge de manos de la globalización, nos
vuelve hacia ella, advirtiendo del análisis de sus fallos, la reflexión de sus políticas, sus causas y efectos, etc. Debido a su impacto en el ámbito social, político y económico, se ha revalorizado el papel de la educación. Cuando se intenta corregir los desórdenes sociales, mejorar el comportamiento cívico, asegurar la calidad del capital humano, etc., se vuelve la mirada hacia la educación, porque afecta a todos los ciudadanos y condiciona la evolución de la sociedad, de su economía, de su cohesión y de su grado de desarrollo. Se requiere que la educación proporcione un cambio actitudinal importante en las personas a la par que una modificación de políticas en las instituciones, especialmente en las educativas y en los gobiernos.
La educación camina de la mano con la globalización, hacia el mismo núcleo de la acción
política y, en el nuevo mundo global, el ideal motivador como emancipación del conocimiento sigue manteniendo la potencia de la educación como instrumento principal para el desarrollo humano. Este es el mayor reto que plantea la globalización junto con la búsqueda de la coherencia entre esa visión intelectual que ella misma encierra y la naturaleza de la acción política y cívica, que se ha de desarrollar tanto en el ámbito nacional como en el transnacional.

Para un desarrollo equitativo, las instituciones internacionales han de desempeñar un
importante papel no sólo en la captación de recursos, sino también en la coordinación de las actividades de múltiples países y en la gestión del capital del conocimiento, mediante actuaciones multilaterales. Pero desde actuaciones bilaterales, los países avanzados pueden incrementar su compromiso con el desarrollo de la educación, mediante “contratos de asociación” con un país pobre. De esta manera se puede humanizar el concepto de solidaridad, se atenúan las recompensas morales, los resultados tiene objetivos múltiples, etc.

La amplitud del marco de actuación del sistema educativo que se está demandando,
requiere una evolución en su ordenación y una capacidad de adaptación a un contexto que se encuentra en un cambio continuo. Además, esta enorme complejidad de situaciones que se están planteando en dicho contexto y que se proyectan en el sistema educativo, no pueden abordarse en unos esquemas rígidos. La flexibilidad ha de verse como una herramienta de aproximación a la realidad educativa y social. Es necesaria una selección eficiente de nuevos contenidos educativos14, la toma de conciencia de valores comunes; si no, la globalización puede crear una desintegración nacional, política, económica, cultural, social y ética; donde se rompan los vínculos entre las personas, creando una sociedad deshumanizada, con mentes y actitudes homogéneas, donde las cosas terminan valiendo más que las personas. Se requiere una educación que asegure la cohesión social y el acervo común, que logre un elevado nivel de cualificaciónhomogéneo para todos, mejorando la eficacia y la eficiencia del sistema educativo y que conjugue la relación educación-formación-empleo, basándose en la sociedad del conocimiento en la que nos encontramos. Así se orientará el nuevo orden mundial, haciéndolo más libre, más democrático, más humano, más justo y solidario.
Con todo ello, la educación puede contribuir a regular la globalización15.

14 Cfr. en Universidad Pontificia Católica de Perú. Facultad y departamento de Educación. Temas de
Educación 1998. Segundo Seminario Virtual. Globalización y Educación [en línea].
[Consulta: 12 marzo, 2003].
15 Cfr. en UNESCO: Instituto Internacional de Planteamiento de la Educación. Jacques Hallak.
Globalización, derechos humanos y educación [en línea].

[Consulta: 12 marzo, 2003].

9/5/10

EL CIUDADANO DEL MUNDO

Por:
TULIO ROMERO CULQUI
El manejo de las Redes Sociales a través de la Tecnología de la Información y la Comunicación nos permite trascender más a las otras latitudes de nuestro planeta, y también hacia el espacio. es decir, resulta fácil en la actualidad establecer una comunicación directa, clara y fluida con culaquier otro semejante que se encuentre en la tierra y sus alrededores inmediatos, como lo demuestra el empleo del TWITTER por la mayoría de los ciudadanos de los diferentes países y Astro_Souchi desde la Estación Espacial International.
Por ello, se habla ahora del Ciudadano del Mundo y se centraliza este concepto en comunicación sin fronteras. Entonces veamos un extracto teórico de internet como se detalla a continuación:
Ciudadano del mundo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Un ciudadano del mundo o cosmopolita (del griego κοσμοπολίτης, y éste de κόσμος, "mundo", "creación", y πόλις, "ciudad") es una persona que desea trascender la división geopolítica que es inherente a las ciudadanías nacionales de los diferentes Estados y países soberanos. Al negarse a aceptar la identidad patriótica dictada por los gobiernos nacionales y afirmarse cada ciudadano como representante de sí mismo, los ciudadanos del mundo afirman su independencia como ciudadanos de la Tierra, del mundo, o el cosmos.

La ciudadanía del mundo rechaza entonces las divisiones estatales, y la misma pertenencia obligatoria como ciudadanos de un Estado, es un concepto internacionalista pero no es solamente una aspiración bienintencionada de dejar a un lado las diferencias por nacionalidad, es también un proyecto político con propuestas de cómo establecer una nueva ciudadanía de aplicación global.
Los principios de la ciudadanía global serían primeramente que sea un ciudadanía de aplicación local y de adhesión voluntaria, y que a través de pactos federativos estas unidades territoriales locales por decisión de sus propios ciudadanos aceptarían entre sí a los ciudadanías de las demás localidades.

Historia y significado
Los primeros en identificarse a sí mismos como ciudadanos del mundo fueron los filósofos estoicos. Acuñaron el término de cosmópolis o ciudad universal de la que se deriva la palabra cosmopolita. El estoicismo fue una filosofía importante del Imperio romano, el cual esperaba crear tal cosmópolis.

La perspectiva de un ciudadano del mundo tiene afinidad con la perspectiva existencialista en tanto en cuanto los ciudadanos del mundo:

No quieren ser clasificados mediante la imposición de categorías artificiales
Gustan de identificarse a sí mismos principalmente como seres humanos y después como pertenecientes a cualquier grupo o grupos a los que crean pertenecer.

También algunos ciudadanos del mundo pueden trabajar o querer trabajar para unas Naciones Unidas reformadas que representen y respondan a la voluntad de los pueblos del mundo, más que a los regateos y disputas entre gobiernos, y se adhieren a los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos como un sistema federal en la escala nacional; asimismo, también pueden trabajar hacia el reforzamiento de la identidad común y la armonía entre los ciudadanos del planeta, aun respetando la diversidad local y nacional.

Si bien quien se considere ciudadano del mundo no tiene por qué adherirse a ninguna ideología en particular, es usual que se la asocie a movimientos políticos como el socialismo, el anarquismo o que apoyen algunas de las siguientes propuestas:

Libertad de cualquier tipo de prejuicio nacional, étnico, sexual o religioso.
La igualdad entre los sexos
Globalización democrática.
Eliminación de la pobreza.
Lenguas auxiliares.
Sistema universal de pesos y medidas.
Divisa universal.
Educación universal.
Atención sanitaria universal.

Nacionalismo y cosmopolitismo
Gran parte del pensamiento político de los dos últimos siglos ha dado por supuesto el ideal del nacionalismo y la institución del estado-nación. Ahora, con el advenimiento de la globalización y el incremento de la facilidad de viaje y comunicación, aumenta la sensación de que el sistema político basado en el estado-nación se ha quedado obsoleto.
Diversos pensadores, desde Albert Einstein y Bertrand Russell hasta Jesús Mosterín y Martha Nussbaum, consideran que ya es hora de diseñar una alternativa cosmopolita, más adecuada a las nuevas y futuras circunstancias y que garantice mejor la paz mundial. Mosterín piensa que no hay razón alguna para recortar las libertades individuales, como la libertad de lengua, de religión, de costumbres o de viajes, en nombre de la nación, la iglesia o el partido.
Desde este punto de vista, Internet es un modelo mucho más atractivo que los estados nacionales o los movimientos nacionalistas. Considera que el estado-nación es incompatible con el pleno desarrollo de la libertad, cuyo florecimiento requiere la reorganización del sistema político mundial en un sentido cosmopolita. En concreto, sugiere un mundo sin estados nacionales, organizado territorialmente en pequeños cantones autónomos pero no soberanos, sin ejército y sin poder para frenar la libre circulación de personas, ideas y mercancías, complementado por el establecimiento de fuertes organizaciones mundiales, empezando por un sistema global de justicia que vele por los derechos humanos en el mundo entero.
Cabe recalcar que al ser una persona cosmopolita se va dejando de lado aquellas "ideas" de rivalidades entres países; es decir yo puedo ser peruana mas no por ello significa que tendría que discriminar a ningún chileno; al contrario todos somos humanos, ciudadanos de un mismo planeta.

6/5/10

POLÍTICA DE EDUCACIÓN EN EL PERÚ

García espera continuidad de actual política educativa.

El presidente de la República Alan García Pérez manifestó su deseo de que la actual política dirigida a mejorar la educación pública en el país sea continuada por los próximos gobiernos porque se trata de un trabajo interminable y silencioso, y anunció que próximamente el Ministerio de Educación convocará a un nuevo concurso para 25 mil plazas en el magisterio.
“Este trabajo interminable debe ser una preocupación de este, del siguiente y el subsiguiente gobierno; mejorar la educación pública, que significa incorporar a la creación a millones de jóvenes de nuestra Patria”, afirmó tras inaugurar la nueva infraestructura de la institución educativa emblemática Bartolomé Herrera, ubicada en San Miguel.

CANTABRIA.- ESPAÑA

Conozca cuál será la primera "ciudad inteligente" del mundo

Los ciudadanos accederán a información sobre el tiempo, el tráfico o la frecuencia de paso de los vehículos del transporte público, el estado de las playas o el control del ruido

Miércoles 05 de mayo de 2010 - 02:29 pm
Santander (sobreespana.com)

Santander, España (EFE). Santander, la capital de la región española de Cantabria, será en 2013 la primera “ciudad inteligente” del mundo, gracias a un proyecto que prevé desplegar en sus calles un sistema tecnológico que generará múltiples utilidades para los ciudadanos.

Se trata de un proyecto arropado por la Comisión Europea, que lideran la Universidad de Cantabria y la multinacional Telefónica, y el único que, por el momento, cuenta con financiación y un calendario de implantación que permitirá que el proyecto empiece a ser visible a mediados del próximo año.

El investigador responsable del proyecto, Luis Muñoz, catedrático de Ingeniería Telemática de la Universidad de Cantabria, explicó hoy en una rueda de prensa que el proyecto, que empezará a desarrollarse en septiembre próximo, será “visible para los ciudadanos” en junio del año próximo.

SMART SANTANDER

“SmartSantander. Anticipando la Ciudad Inteligente” es uno de los cinco grandes proyectos integrados que ha aprobado la Comisión Europea dentro de su séptimo programa marco de investigación, con un presupuesto de 8,6 millones de euros (11,18 millones de dólares).

El objetivo es diseñar, desplegar y validar en Santander y su entorno una plataforma constituida por 12.000 dispositivos, entre sensores, captadores, actuadores, cámaras y pantallas terminales móviles capaces de ofrecer información útil a los ciudadanos.

Se desarrollará una plataforma software logrando que los ciudadanos conozcan información sobre el tiempo, el tráfico o la frecuencia de paso de los vehículos del transporte público, el estado de las playas o el nivel de gramíneas en el aire, control del ruido, activación de sistemas de riego o la seguridad en los colegios, explicó Muñoz.

LA PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD

Luis Muñoz destacó la importancia que tendrá la participación de los ciudadanos, que no sólo serán receptores de la información sino que también contribuirán aportándola, una colaboración que el Ayuntamiento se encargará de canalizar e impulsar.

Los dispositivos que serán desplegados en Santander forman parte del concepto conocido como “Internet de las cosas”, un espacio virtual en el que los objetos se comunican entre sí y transmiten información útil. “Ahí es donde va la tecnología; Internet no es sólo un ordenador”, dijo Muñoz.

El rector de la Universidad de Cantabria, Federico Gutiérrez-Solana, destacó la importancia de que este proyecto implique a la comunidad científica, a las empresas y corporaciones que desarrollan servicios y aplicaciones, y a los ciudadanos.

4/5/10

LA EDUCACIÓN EN INFORMACIÓN FOTOGRÁFICA

ASTRO SOICHI

El astronauta japonés Astro Soichi afincado en la Estación Espacial Internacional se ha convertido en el primer humano que toma fotografías del Universo y de la Tierra y las cuelga en Internet para deleite de todos. Y no sólo fotografías, sino que también tiene su propio canal de YouTube y además su cuenta de Twitter para mantenernos informados al segundo de las nuevas capturas.




2/5/10

LA EDUCACION EN OTROS SECTORES.- Investigación

EDUCACIÓN COOPERATIVA: PROPUESTAS

p. Roberto F. Bertossi

Sumario: Introducción.- El derecho de asociarse con fines útiles.- Estrategias: Consejos Regionales para la Educación Cooperativa; Formación de Asociados cooperativos; de Administradores y síndicos; de Gerentes, asesores, profesionales y técnicos; Enseñanza básica, media y universitaria; Formación de Legisladores, Funcionarios y Magistrados.- Formación de formadores e instructores cooperativos.- Educación cooperativa para el consumo.- Conclusiones y propuestas.-

Introducción:

¡La educación nos revela nuestras posibilidades y nuestros límites!

La Cooperativa debe servir a la sociedad y uno de sus objetivos ha de ser producir, incorporar, asimilar y reproducir saberes académicos, asimilar tecnologías y las nuevas prácticas cooperativas y mutuales, así como sus modernas tendencias y desafíos, auscultando sobre la carne viva de la realidad, los problemas socioeconómicos que aparecen constantemente, intentando hermanar rigor y prontitud en el diagnóstico de las cambiantes situaciones; vivificando en definitiva a la cultura cooperativa a través de un contacto permanente con las cuestiones más candentes y las inquietudes de mayor actualidad (educación, trabajo, vivienda, consumo, servicios públicos –agua potable, energía, gas, transporte, minifundios, etc.).

La educación cooperativa consiste básicamente en la adquisición del hábito, de la pericia y la pertinacia de pensar, ver, juzgar, actuar y evaluar de acuerdo con los principios cooperativos y su marco axiológico.

El desempeño cooperativo -quizás porque lo esencial es invisible a los ojos-, ha sido renuente, parco, esquivo y poco generoso con la inversión en educación.

Eso mismo explica y predice el marcado absentismo cooperativo que por cierto obedece a la ausencia de consciencia plena en los cooperativistas de sus deberes y derechos cooperativos.

Entonces, sin educación, sin participación, sin legitimidad, sin control interno ni externo podemos considerar abstracto y puros eufemismos o tautologías toda propuesta académica sobre valores cooperativos como Vg., su democracia, justicia distributiva, libre membresía, integración, autonomía, independencia, interés por la comunidad, aspectos que solo podrán lograrse satisfactoriamente a partir del momento que los asociados a una cooperativa `sepan de que se trata´ cuando se habla de empresas cooperativas; cuando sepan y tengan `memoria activa´ de cual es el origen, el espíritu, la organización, el funcionamiento, la perspectiva y la prospectiva de este modo solidario e iterativo peculiar de la economía civil.

Si ello, cuantos remedios se propusieron y ensayaron se centrifugan en `meros adminículos ortopédicos´ en tanto un gran número de cooperativas continúan `cojeando´ y otras tanto han desaparecido a pesar de las `anémicas estadísticas oficiales, provinciales, nacionales e internacionales.

Los principios cooperativos dados en Manchester por la Asociación Internacional de Cooperativas en 1995: 1) Libre membresía; 2) Democracia cooperativa –un hombre, un voto-; 3) participación económica de todos los asociados y justicia distributiva; 4) Autonomía e independencia de toda ingerencia política; 5) Educación, información y capacitación; 6) Integración de la cooperación entre cooperativas y; 7) Compromiso e interés con la comunidad; este marco axiológico admirable, estas recicladas reglas rochdalianas no pueden ofrecer –por sí mismas- más que la autenticidad formal de una empresa cooperativa.

Es que su carácter realmente cooperativo depende principalmente de la presencia de personas físicas con espíritu cooperativo.

Definitivamente, una cooperativa sin cooperativistas, es decir sin mujeres, hombres y jóvenes de carne y huesos que sientan la ética cooperativa y la traduzcan en eficiencia y normas éticas y equitativas de conducta, siempre será frágil y no podrá desarrollar plenamente el importante rol social, económico y cultural a que está llamada.

Como ciudadanos, como titulares de derechos y garantías en un Estado de Derecho, inquieta y mucho que algunos de esos remedios son leyes, sí, leyes de la República tales como, las Nros. 1.420, 16.583, 20.337, 23.427 y sus modificatorias, Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 1.171 de 2003, etc.; legislación y especifica afectación de fondos tributarios- que prescribió la enseñanza y financiamiento obligatorios de la cooperación en todos los establecimientos educativos del país, leyes a las que adhirieron sin reparos todas las provincias argentinas con su propia normativa federal.

Ahora bien, con la nueva Constitución Nacional de 1994, la solidaridad adquirió características de `supremacía´ inspirando varios dispositivos magnos e incisos de la misma -sus nuevos derechos y garantías-, Vg., en los artículos 41, 42, 43, 75 incs. 18, 19 y cc..

Esto no fue casual ni inspiración de prohombres beneméritos o magnánimos, esto fue por imperio del los efectos perversos de la sobreactuación vernácula de un `paradigma individualista´ que arrasó con todo lazo social y solidario propio y caracterizante de nuestra identidad nacional.

En el `trasplante´ de la Reforma del Estado de otros mundos primeros, en una ingenua e ilimitada apertura económica, en el adherir a una globalización plena de liberalismo económico, vértigo mediático y consumismos potenciados… -todo ello sin ninguna posibilidad de participar en la configuración, el rediseño o adecuación de tales proyectos y objetivos-; allí pues podemos encontrar buena parte de la respuesta a la razón solidaria que se imprimiera a nuestra `norma normarum´.

Frente a los peligros actuales que constituyen rechazos explícitos de la lógica moderna, la hipermodernidad surge como una nueva modernidad -potenciada y superadora-, en la que se procura renovar la defensa de los derechos del hombre que ya convive con otros sucesos como la apabullante cibernética, `empachos audiovisuales´, mercados ampliados mas allá de toda frontera y de toda prudencia que en un conjunto difuso han facilitado la globalización de un reino virtual-financiero e insaciable, ícono de la incertidumbre y quizás por eso mismo, este hombre, apabullado, está saliendo sin aspavientos a encontrar certezas, a recuperar, consensuar y cohesionar dignidad, identidad, progreso, límites, exigencias, autonomía e independencia para acceder razonable y responsablemente a `compartir´ soberanía pero solidarizando la economía con la globalización de la solidaridad, regulando mercados y servicios integrando a la Sociedad Civil en la mesa chica de la responsabilidad pública, tanto para gestionar como para fiscalizar acciones, proyectos y conductas de interés publico.

Así pues, la educación cooperativa, solidaria e inclusiva por excelencia no debe admitir -o resignarse sin pesar- moras institucionales ni abusos del derecho ni del poder, sea por acción, sea por omisión o de cualesquiera otra forma, clase y grado.

Ciertamente entonces, luce de urgencias, educar para la cooperación, en la solidaridad y el consumo a las comunidades vecinales locales y regionales.

En nuestra exposición, nos autolimitaremos a la perspectiva-prospectiva de encontrar nuevos e ingeniosos mecanismos para la inclusión mediante una renovada educación cooperativa con estrategias pedagógicas propias, apropiadas, mancomunando resiliencia y tensegridades cooperativas, adecuando e integrando sus rasgos más esenciales y caracterizantes con las nuevas cosas de hoy.

El derecho de asociarse con fines útiles.

El asociativismo cooperativo se finca en la declaración. derecho y garantía constitucional –Art. 14 y cc. CN.- de asociarse con fines útiles, lo que en nuestra hipótesis se traduce en la reunión de personas con la finalidad de complementarse, de `completarse´ mediante un proyecto común para autosuministrarse al costo, bienes y servicios mutuos en orden a lograr de este modo, su adelanto, prosperidad y bienestar.

Por eso, toda asociación como la cooperativa es un estado de solidaridad por similitud y por división del trabajo, uniendo un cierto número de personas para un fin determinado.

Todo grupo social, la Nación misma, es una asociación. Pero dentro de la asociación nacional se forman grupos sociales particulares entre ciertas personas -miembros de la nación-, entre los que se establece una solidaridad particular y más estrecha.

El derecho de asociación se encuentra contemplado en los principales tratados internacionales incorporados al plexo constitucional por el inciso 22 del artículo 75 de la Constitución Nacional.

En ese sentido, el articulo 22 de la D.A.D., dispone que: “Toda persona tiene el derecho de asociarse con otra para promover, ejercer y proteger sus intereses legítimos de orden político, económico, religiosos, social, cultural, profesional, sindical o de cualquier otro orden”.

Por su parte, la D.U.D.H. en su articulo 20 declara: “1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacificas”.

También el articulo 16 de la C.A.D.H. regula este derecho al establecer: “1. Todas las personas tienen derecho a asociarse libremente con fines ideológicos, religioso, políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de cualquier otra índole en tanto se proteja la salud, la moral publica y los derechos y libertades de los demás”.

En definitiva el derecho de asociarse es inherente al rasgo aristotélico del hombre en cuanto animal social pero, en nuestro caso, además, asociarse con fines útiles, con fines de enseñar y aprender, de solidarizar la economía para producir y subvenir necesidades físicas básicas y servicios esenciales con ética y equidad, supone, implica, explica y predice utilidad social irrefutable porque, finalmente `los fines útiles´ son la frontera constitucional para asociarse, para educar y para el interés general.

Estrategias:

Para ello nos hemos de proponer objetivos inmediatos, menos ambiciosos pero que están a nuestro alcance. Es decir, sin dejar de proyectarnos en lo posible sobre el entorno local y regional, nuestra cometido y actuación educativa debe plasmarse en un proyecto concreto, debe centrarse prioritaria y decididamente dentro de cada empresa cooperativa.

Con esa perspectiva, tenemos todas las probabilidades de que, a medida que el esfuerzo solidario, fraterno y mancomunado produzca resultados positivos, sus efectos serán uniformemente acelerados en el marco neutral de una mirada sin límites a partir del apadrinamiento publico-privado de cooperadoras y cooperativas escolares.

Pero antes de adentrarnos en el tema, hemos de reiterar de algún modo que la reforma constitucional de 1994, entre otras cosas, constituyó un hito de vital importancia para el futuro de la educación en general.

Precisamente el citado dispositivo del inciso 19 en el articulo 75 de nuestra CN. implica la incorporación de la cláusula de la prosperidad o del progreso.

En realidad esta cláusula fue concebida en la Constitución de 1853 tomando las ideas de Juan B. Alberdi para conducir el progreso del país promoviendo el bienestar a partir del fomento de la educación general.

Así pues, debemos entonces definir, motivar y justificar nuestra propuesta docente cooperativa, esto es, nuestro proyecto pedagógico de unión y comunión.

En tal sentido -si bien no excluyente-, nos parece de la mayor importancia, trascedencia y significación que, entre nosotros, es pacífico el reconocimiento al cooperativismo en tato artífice del desarrollo urbano y rural como son parejas las valorizaciones constitucionales provinciales e internacionales de este modo socio- económico solidario.

Y así, como la educación puede ser considerada unánimemente como un servicio esencial, en una empresa cooperativa, también corresponde mencionar que la misma desde los propios orígenes cooperativos se configuró como una exigencia indispensable, condicional, para el logro mejor de un autentico cooperativismo.

Para educar en la cooperación tenemos que adecuar los programas formativos en su estructura, objetivos y destinatarios ya que, respecto de esto último, ningún estamento ni sector cooperativo puede quedar fuera de la formación, información y capacitación cooperativas continuas.

Para ello, un objetivo central, esencial, ha de ser no solo la ilustración, calificación y cualificación para el consumo y para los usos sino que, luce fundamental, una educación cooperativa vinculada con el trabajo en los sectores primario, secundario y terciario de la economía, el comercio, la industria y los servicios.

Sin embargo, especial atención merece la educación a los asociados en tanto ´fundadores´, e integradores del espíritu y la mística cooperativa, titulares de su proyecto y miembros integrantes, insustituibles e imprescindibles del máximo órgano democrático de poder cooperativo: `la asamblea´.

En este sentido, la clave del éxito del funcionamiento democrático descansa en la base, porque si los asociados cooperativos están debidamente formados e informados sobre sus derechos y deberes democráticos, todo el sistema cooperativo, incluso en los grados superiores de concentración o federación, funcionará democráticamente, ya que las decisiones participadas, deliberadas y conscientes de todos los asociados han de animar, alentar e impulsar responsablemente las decisiones cooperativas para asegurar que la eficiencia de su ejecutoriedad asegure la propia eficacia de cada empresa cooperativa.

Asimismo, al involucrarse también a los asociados en determinadas subfunciones y actividades sociales, indirectamente se ha de lograr que se interesen –integren y complementen- en las confiadas a otros miembros y, sobre todo, se alcanzará otro efecto de la mayor importancia cual es el de aliviar al consejo de administración de actividades secundarias, pudiendo entregarse de lleno a lo que debe ser su primera obligación: La gestión eficiente de la cooperativa en cuanto empresa económica civil.

Es recomendable asimismo que en ninguna cooperativa falte su periódico institucional que puede ser tan modesto de medios como se quiera o pueda y, su aparición, semanal, quincenal o a más largo plazo, sin descartar por cierto, en la medida de las posibilidades la implementación de la propia pagina Web cooperativa.

En tal caso, una comisión de asociados se encargaría de la redacción y, no se alegue la dificultad de la tarea, porque siempre se tiene a mano un cooperativista con experiencia y trayectoria, un libro cooperativo para reproducir un comentario teórico y/o práctico, e información Vg. vía Internet) sobre mercados, tarifas y precios que interesen a los asociados.

Igualmente, cuando se producen cambios de administradores, síndicos o gerentes se les puede presentar en entrevistas tan amenas y familiares como se sepa hacer, en las que el entrevistado desde su punto de vista, exponga su programa y/o lo realizado; autocríticas, fortalezas, oportunidades, debilidades y `encrucijadas´ para la cooperativa.

Desde una simple hoja hasta una moderna impresión, existe una amplia gama de posibilidades al alcance de todo presupuesto cooperativo y, aún cabría agregar que si la cooperativa es importante y se vale de publicidad podría conseguir que la tirada de la hoja, folleto, boletín o periódico no cueste un centavo.

El periódico seria también el órgano para anuncio de los actos cooperativos: convocatoria de asambleas, dar a conocer las resoluciones adoptadas, anunciar nuevos servicios cooperativos -con sus fundamentos y ventajas-, como otros tantos aspectos que involucren directa o indirectamente aspectos substanciales del quehacer cooperativo, Vg., en materia de tarifas, tributos, cuestiones laborales, regulatorias, viáticos y retribuciones de consejeros, gerentes, síndicos, asesores de la cooperativa, etc..

También seria útil en materia de relaciones sociales y humanas con interés no solo para sus asociados y sus familiares sino para toda la comunidad en su conjunto.

La habilidad de la comisión redactora –que no es necesario que esté formada por profesionales cooperativos o periodísticos, sólo requiere entusiasmo- puede hacer tal periódico algo ameno y esperado por los asociados y también por autoridades municipales, sindicales, ONG´s, etc..

Organizar encuestas sobre cualquier otro tema (banco de sangre, VH-SIDA, contaminación ambiental, calidad y confiabilidad de los servicios cooperativos, etc-.) de interés para la cooperativa y sus asociados, y en ese capítulo, que se llamaría Vg., `espacio comunicacional entre administradores y asociados´, uno de los administradores –quizás no siempre ni únicamente el presidente- debería dedicar alguna hora de cada día o a la semana para recibir asociados y escuchar sus sugerencias, canalizar quejas y reclamos, informar de decisiones adoptadas e incluso receptar propuestas y proyectos para el tratamiento institucional cooperativo.

Seguramente podríamos sugerir muchas otras propuestas pero nunca será mucho cuanto se haga para resaltar -la importancia y trascendencia por su índole y gravitación- todo lo concerniente a la celebración de cada asamblea de asociados las que, en primer termino, no deben resignarse a los magros quórum actuales por imperio de un inadmisible absentismo ni limitarse a una mera lectura de cifras de un balance que nada dicen a los oyentes sino que cada partida y cada cuenta debe ser aclarada mediante explicaciones circunstanciadas y asequibles al más sencillo y modesto de los asociados.

Tampoco deben circunscribirse a una explicación de los hechos pasados sino a una consideración seria del futuro proyecto cooperativo porque, todo organismo vivo –cada cooperativa lo es- no permanece estático sino que esta -más que nunca en estos nuevos tiempos-, en constante evolución.

De tal manera, los objetivos conseguidos hoy deben servir de punto de partida y lanzamiento para nuevos objetivos y éstos deben ser objeto de atenta, profunda instruida y documentada maduración, para recién después pasar a una explicación razonada dando espacio pleno a una amplia deliberación que garantice la participación, información y transparencia en el exámen de los pro y las contras posibilitando adoptar finalmente la decisión más conveniente y más legitimada posible.

Adicionalmente, ningún asunto debe llevarse de sorpresa ni desinformadamente a un acto asambleario sino que, sin excepción, deben ser objeto de información y consenso anterior –todo lo que se pueda- con los asociados.

El resultado sería la formación de la opinión publica cooperativa de tal modo que, cuando ésta ha madurado, la aprobación de un asunto por una asamblea no pasa de ser, poco menos, una simple formalidad porque con anterioridad se había llegado a una conciencia colectiva y a una opinión mayoritaria que casi no necesita expresarse en votación, tal cual sucede Vg., con las metodologías implementadas por el Foro Social Mundial.

Podríamos decir así que con la adopción de estas y otra medidas parecidas, afines y complementarias, prontamente se llegaría a formar en los asociados cooperativistas una auténtica conciencia cooperativa, y sólo entonces, la democracia cooperativa será efectiva y los problemas que hoy obsesionan a teóricos y prácticos del sector –en tanto distorsionan el alcance y el sentido de la empresa cooperativa enriqueciendo ilícitamente a grupúsculos burocráticos mimetizados en la misma-, habrán sido superados, satisfactoria, inclusiva y legítimamente.

Por cierto, la tarea propuesta no parece fácil. Es verdad y, reconozco que abordarla responsable e integralmente, requiere de espíritus selectos y vocaciones a prueba de fracasos.

Pero, si hemos de sentirnos ganados de antemano por el desánimo ante las dificultades o anomalías cuasi estructurales actuales, mejor será no constituir una nueva cooperativa y, si ya estamos enrolados en ella, conformarnos con sus mediocres, arbitrarias, abusivas y discrecionales decisiones y realizaciones.

Por eso en tales supuestos, no nos engañemos creyendo que servimos los altos ideales que inspiran, justifican y tratan de servir el genuino cooperativismo como sub-sistema económico-social ni de que cumplimos una democracia cooperativa la que puede ser formal y reconocida en los estatutos y en la ley, pero en la realidad es una pura y lastimosa ficción.



Consejos Regionales para la Educación Cooperativa:



En función de la legislación y fondos cooperativos, pertinentes, disponibles e imperativos, sería plausible, sin demoras ni distracciones institucionalizar Consejos regionales para Educación cooperativa en todo el país y en el ámbito del MERCOSUR, basados inicialmente en las actividades educativas y los cuadros docentes de áreas asignadas a educación, técnicos y licenciaturas cooperativas, disponibles en diferentes ámbitos académicos de Argentina, como Córdoba, Rosario, La Plata, etc.

Estos consejos deberían avocarse a tareas pedagógicas formativas en ocho áreas, cuanto menos e inicialmente: 1) Asociados cooperativos; 2) Administradores y síndicos; 3) Gerentes, asesores, profesionales y técnicos; 4) Enseñanza básica, media y universitaria; 5) Funcionarios; 6) Legisladores; 7) Magistrados; 8) Formadores e instructores cooperativos.
1) Formación de asociados:

Para la formación, información, capacitación y educación de los asociados y aspirantes a asociados cooperativos se utilizarían no solo las instalaciones cooperativas sino aquellas educativas gubernamentales o de otras organizaciones intermedias locales y micro regionales.

La formación de asociados podría también recurrir a acciones de escuela móvil (charlas y cursos de tres o cinco días con medios audiovisuales, tele conferencias, etc. instrumentados por el Órgano Nacional de Regulación Cooperativa y Mutual, los órganos locales, etc.).

La formación cooperativa debe impulsarse también, mediante el sistema de enseñanza a distancia a través de cursos básicos de cooperativismo (Vg. de lectura y comprensión de estatutos, reglamentos, derechos, deberes y responsabilidades, etc.), utilizando espacios audiovisuales oficiales, por correo electrónico o tradicional; en cuatro o cinco fascículos con controles periódicos de lectura y la elaboración de un trabajo-proyecto-propuesta final en una duración mínima de tres (3) meses.

2) Formación de Administradores y Síndicos:

Esta formación comprendería las materias básicas del cooperativismo tales como, doctrina, legislación; gestión cooperativa, regulación, normas ISO de gestión, calidad y medio ambiente, producción, técnicas, prácticas cooperativas; etc..

Esto no excluye la formación que impartan federaciones y confederaciones del sector, cursos específicos externos, pasantías, carreras universitarias cooperativas de tercer y cuarto grado no solo en materia cooperativa sino en todo aquello afín y complementario siempre y cuando se integren objetivos académicos y programáticos cooperativos.

3) Formación de gerentes, asesores, profesionales y técnicos:

Esta formación consistirá básicamente en doctrina, administración, alcance y sentido de los estatutos y reglamentos cooperativos; gestión, mercados, legislación, regulación, contabilidad regulatoria, cuestiones laborales, sindicales, tributarias, previsionales, ambientales; relaciones, trámites y requisitos con los organismos de control cooperativo, procedimientos por infracciones y sanciones cooperativas; asociaciones con personas de otro carácter jurídico, alianzas estratégicas, nuevos asociativismos, etc..

Dicha formación podrá suministrarse interna y externamente, en ambientes públicos y privados, cooperativos, académicos, universitarios, tecnológicos, etc.

4) Enseñanza básica, media y universitaria:

El Sector cooperativo debe ser invitado sin demoras ni cortapisas a la discusión, formulación y evaluación de todo los proyectos educativos generales y cooperativos en particular, en todas las instancias de poder (Arts. 14, 42, 75 incs. 19 y cc. CN. y Ley 16.583), para rescatar su lugar, para ocupar idónea y competentemente sus espacios ocupados hasta hoy por neófitos de ignorancia supina respecto del origen, los principios, la doctrina, las prácticas y la regulación cooperativa especifica.

Cada cooperativa o cooperativas integradas deberán entonces, en las medidas de sus posibilidades lograr y/o incrementar sólidas vinculaciones con establecimientos educativos de excelencia y -los escasos e inadecuados- cooperativos existentes de los niveles básico, medio y universitario con el propósito de educación, capacitación, información, asimilaciones tecnológicas, cultura ambiental, etc., diseñando las metodologías apropiadas y `derogando´ las burocracias y tecnocracias actuales, aún con complejas simplificaciones atinentes.

5) Formación de legisladores, funcionarios y magistrados:

Las empresas cooperativas vienen siendo sometidas en no pocas ocasiones, a legislaciones, administraciones publicas y resoluciones judiciales carentes del espíritu cooperativo que ignoran parejamente los principios fundamentales, el marco axiológico de la cooperación, sus practicas autenticas, su naturaleza jurídica propia, su desempeño positivo y proactivo secular; todo ello – quizás más- en razón de la notable falta de especialización dentro de la competencia general que les fuera inatinadamente atribuida, funcionarios que ante la cantidad, especialidad, diversidad, novedad y complejidad de los asuntos cooperativos en los que deben intervenir , no pueden –generalmente- cumplimentar su cometido de modo tal que sean expresiones acabadas de un profundo conocimiento del `aura cooperativa´, del origen y razón de ser del genuino quehacer cooperativo.

Un atenuante podemos encontrarlo en la ausencia de la enseñanza del cooperativismo en general y del derecho cooperativo en particular en las facultades y universidades, al menos hasta que logramos la aprobación de nuestro “Proyecto docente” por el Honorable Consejo Directivo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, el cual mediante Resolución Nº 269/03 dispuso la implementación con las nueva currícula de la carrera de abogacía, de la enseñanza del Derecho Cooperativo –al menos e inicialmente- como asignatura opcional, (Expediente Nº 05-03-03069 begin_of_the_skype_highlighting 05-03-03069 end_of_the_skype_highlighting), Diciembre/03.

En consecuencia, todos los funcionarios públicos afectados al quehacer cooperativo en el ámbito de un Programa de Mejora Institucional continua –que proponemos- deberán adquirir la formación cooperativa indispensable para asegurar su mejor `funcionariado´ incentivando entonces un desempeño cooperativo de calidad, eficiencia y con seguridad jurídica.

6) Formación de Formadores e instructores cooperativos:

El Ministerio de Educación, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) en forma integrada con los Órganos locales competentes en materia cooperativa, los ministerios de educación, de producción y otros provinciales pertinentes, el INTI, el INTA, la FAMAF, el Sector cooperativo con el Ministerio de Desarrollo Social deben acatar la legislación vigente disponiendo la utilización de los fondos afectados, asumiendo la programación de las actividades formativas a través de la enseñanza general básica con la creación de cooperativas escolares y juveniles, convocando a los expertos, investigadores, docentes y formadores cooperativos existentes y reconocidos en el país y la región para la educación cooperativa de segundo, tercer y cuarto nivel académico y universitario, bajo apercibimientos de mora institucional y de abusos del poder y del derecho por omisión.

Por su parte, en seminarios especializados, con intervención de especialistas y –reitero- expertos cooperativos, pedagogos, técnicos, inspectores de educación general básica, cooperativistas y funcionarios en general se diseñaría un estatuto tipo para estas cooperativas y un manual cooperativo para los alumnos, funcionarios, profesores y formadores en general.

Adicionalmente, se organizaran jornadas regionales conducentes a la creación de centros especializados en materias educativas y técnicas, estudios doctrínales, medios de comunicación cooperativos, técnicas contables propias y apropiadas, enseñanza cooperativa escolar, ambiental, de exportación, etc..

Oportunamente deberán encontrarse disponibles materiales para todos los cursos y enseñanzas a todos los niveles: carteles, cartillas, manuales, colección de libros, libritos de bolsillo, textos, filminas, programas informáticos cooperativos, medios audiovisuales, proyección fija, pantalla y aparatos reproductorres, etc..

Considero esencial la disponibilidad de bibliotecas básicas y puestas en red, cuyo fondo se incremente periódicamente con publicaciones especializadas en temas cooperativos, empresariales y tantos otros afines y complementarios.

En colaboración con la Organización de Cooperativas de América, la Organización de Estados Americanos, la OIT, la OMC. y el MERCOSUR –entre otras instituciones posibles- impulsar cursos rotativos de niveles crecientes, básicamente orientados y tendientes a la profesionalización de la gestión de cooperativas, previendo becarios, subsidios, iteratividad e interdisciplinariedad.

Finalmente, informatizar una base de datos con redes cooperativas para la formación cooperativa que recoja datos estadísticos, tendencias –necesidades, gustos, preferencias, demográficos, ambientales, culturales, etc-; información de instituciones y participantes en los actos cooperativos, en las actividades y cursos propuestos como el proyecto cooperativo educativo con los objetivos y las actividades formativas previstas para los próximos cinco años venideros, desde la perspectiva y prospectiva posibles del caso, atendiendo a las mutaciones geopolítica-económica-tecnológica, políticas, demográficas y ambientales de los escenarios.-

Educación cooperativa para el consumo:

La reforma constitucional producida en 1994 incorporó explícitamente, en el artículo 42 de la CN., los derechos del consumidor y de los usuarios de bienes y servicios.

Al estereotiparse la primera cooperativa formal de Rochdale el día 24 de Octubre de 1844, sus objetivos se expresaron diciendo que la misma tiene por fin y objeto la prestación de servicios con peso, calidad y medidas justas, sin intermediarios, con ausencia de lucro y ventas al contado para la obtención de beneficios en orden a mejorar las condiciones hogareñas y sociales de sus miembros, mediante la educación y el fomento de la sobriedad.

Adviértase la importancia por caso, del principio de `ventas al contado´…

Qué se trataba de conseguir con este principio, al que fueron fieles los primeros cooperadores y que aún siguen en términos generales las cooperativas de consumo en todo el mundo ?

Sencillamente evitar las perdidas por deudas no pagadas, los gastos de contabilidad y administración, la especulación, y al mismo tiempo favorecer el ahorro porque, la venta a plazos estimula la compra de cosas innecesarias !!

Esta es la educación que puede prevenir y proteger la salud, la seguridad y los intereses económicos del ciudadano.

Esta educación debe asegurar una información adecuada y veraz, objetiva y sencilla, detallada, suficiente y exacta.

Esta educación debe concienciar en el derecho a condiciones de trato equitativo y digno, `para ser dignos de ser´.

La justificación de este nuevo derecho constitucional se fincó en la comparación de la situación de las partes en sus relaciones de consumo con las existentes en el ámbito de una vinculación laboral.

En esa oportunidad se sostuvo que el derecho del consumidor nace de la necesidad de restablecer el marco de equilibrio en la relación de consumo, que surge de una debilidad estructural por parte del consumidor.

Allí se argumentó que tal como se había reconocido en su momento la debilidad intrínseca del trabajador frente a la otra parte de la relación laboral, y como consecuencia de ello, había surgido un régimen tuitivo para el primero, lo mismo ocurría ahora en la relación de consumo, dado que malos proveedores hacen que el consumidor no tenga capacidad para la negociación, sin que tampoco existan defensas para luchar contra un deficiente o mal servicio, su falta de eficiencia o la mala calidad de un bien, producto o servicio.

Con anterioridad a lo expuesto, en 1993, la ley 24.240 de Defensa del Consumidor había iniciado este camino de ética, justicia y equidad.

Podemos sostener que una correcta educación para el consumo se logra cuando la persona adquiere pleno conocimiento de sus posibilidades y de las características esenciales de los bienes, productos y servicios que le ofrecen respecto de las características esenciales de los mismos; asegurándose que las cosas y servicios deben ser suministrados o prestados en forma tal que, utilizados en condicione previsibles o normales de uso o consumo, no presenten peligro para la salud, los intereses económicos ni para la integridad física.

Esperamos confiados entonces que con una concreta educación cooperativa para el consumo, se pueda desactivar, gradual y paulatinamente la compulsión actual del analfabetismo consumista.´



Conclusiones y propuestas:

Muchas expresiones económicas ha tenido y tendrá la humanidad para andar su camino.

El cooperativismo es una de ellas.

En efecto, su discreta presencia en el escenario económico, su actividad mancomunada, relevante y peculiar en los ambientes vecinales y senos familiares, la ausencia de intermediarios y de fin de lucro –no de eficiencia- la hicieron `presa´ de toda clase y tipo de persecuciones por pseudo-teorías económicas, precisamente, contrapuestas e insaciables.

Por todo eso y ante el `apabullamiento´ del `vulgo´ por las cadenas de megamercados de alimentos, medicamentos, vestimenta, electrodomésticos, audiovisión, etc., hoy más que nunca, el propio valor de una auténtica cooperación requieren un contundente fomento y promoción de la educación cooperativa, una educación cooperativa que deberá atender también la exigencia de potenciar cuanto favorezca al desarrollo de la actividad empresarial de las cooperativas, el perfeccionamiento o la creación de sistemas que estimulen en estas empresas el incremento de los recursos financieros propios fortaleciendo, simultáneamente, las garantías de los asociados y de los terceros en sus relaciones económicas cooperativas, ampliando los mecanismos de control sobre la gestión y aceptando con pragmatismo las realidades del mercado.

Analógicamente, esta educación para el sector cooperativo debería adecuarse al espíritu y finalidades de las leyes de Ética Publica, 25.188 y de adhesión a la Convención Internacional contra la corrupción en el sector publico, la ley 26.097 adhiriendo formal y estatutariamente a las mismas.

En tal sentido, su organización, su funcionamiento, sus contrataciones, sus bienes y servicios a la par de garantizar una profunda identidad cooperativa habrían de disuadir toda distorsión y anomalía cooperativa porque, claro está, compartimos esa percepción diacrónica de viabilidad cooperativa extrínseca e inviabilidad intrínseca en tanto Vg., los bienes, productos y servicios cooperativos que se ofrecen carecen del `precio cooperativo´ que no solo suponemos sino que lógicamente esperamos atento sus principios, características, el alcance y el sentido de un cooperativismo transparente y así entonces, la sorpresa no es menor cuanto, paradojalmente, los precios cooperativos suelen superar los de las expresiones comerciales lucrativas de envergadura.

Proponemos esta educación para que sea ocupación central, permanente y solícita en atender con respuestas eficientes, eficaces y pertinentes a la comunidad circundante de cada empresa cooperativa y también para la construcción de propuestas superadoras, transformadoras, sostenibles y complementarias en los diferentes ámbitos de la vida económica, social y cultural del `ejido cooperativo´ y sus suburbios.

Proponemos Calidad Educativa, Vinculación, Identidad Institucional, Gestión y Desarrollo Institucional, Financiamiento y Pensamiento Propios.

A modo conclusivo, sólo entonces podremos esperar sin ingenuidad y con noble orgullo, un saber mirar, escuchar y recibir todas las inquietudes, necesidades y preocupaciones por los problemas sociales, brindando desde cada cooperativa y asociación de las mismas, las respuestas, los servicios y los aportes más satisfactoriamente posibles.

Recién allí, nuestras cooperativas comenzarán a sentir en sus entrañas, la alegría de servir a su región, a nuestra patria y, por cierto, a todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino.
Resulta auspiciosa para este proyecto docente cooperativo, la Resolución del Honorable Consejo Directivo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, Nº 269/03 aprobando nuestra propuesta de la asignatura opcional del “Derecho Cooperativo”, (Expediente Nº 05-03-03069 begin_of_the_skype_highlighting 05-03-03069 end_of_the_skype_highlighting), Diciembre/03.

Adicionalmente, la definición, aprobación y puesta en marcha del Proyecto Estratégico para Educación a Distancia soportada por Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, amplía las oportunidades para ofrecer nuestra acción educativa y para desarrollar nuevas competencias con nuestros vecinos, estudiantes, organizaciones, instituciones y académicos.

Pero sin dudas, la instrumentación del mismo, sólo podrá lograrse con la conjunción de varias instancias -a que hicimos referencia- que poseen la lozanía necesaria para sustentar y apoyar este programa educativo cooperativo, para lograr la eficacia de los dispositivos constitucionales y aquellos otros cuantitativos derivados de los artículos 2 inc. 8º), 42 inc. 3, 95, 101 y cc. del decreto-ley 20.337 como los de la ley 23.427 y sucedáneas.

En un ambiente de libertad y activa participación de la comunidad del sector cooperativo y a través de sus acciones, actividades y trabajos pedagógicos de cooperadoras y cooperativas escolares, escuelas, academias y organismos colegiados, se deberán compartir experiencias y reflexiones que favorezcan los procesos para la formación solidaria del ciudadano, de cooperativistas, estudiantes y docentes pertinentes y de excelencia.

Oportunamente, con la implantación de un Sistema Institucional de Ponderación Docente, la evaluación en línea del Cuestionario de Apreciación Estudiantil y el Reconocimiento a la Innovación Educativa, entre otros, se dispondría de elementos operativos para valorar y hacer realidad la calidad educativa de esta propuesta.

Finalmente, la `raza cooperativa´ es una gran comunidad humana, con múltiples virtudes y aciertos y con ánimo para crecer y mejorar.

Secularmente y no obstante algunos contratiempos y adversidades, el proceso cooperativo evidenció tesón y tenacidad, un andar con nuevos bríos en la búsqueda de nuevos horizontes propios, manifestó múltiples deseos de seguir creciendo con nuevos bienes y servicios de calidad y a un precio justo, de seguir siendo coherentes, de abrir nuevos espacios solidarios ante un mundo globalizado, ante la realidad local, nacional e internacional; de buscar nuevos intersticios en esta pétrea realidad para lograr siempre más bienestar y una mejor sociedad.

Para todo esto, al fin y al cabo, la educación continua siendo “la regla de oro y la medida de platino” del cooperativismo.-